Llega la noche
Después de la cuarta o quinta vuelta entre las sabanas
Llega el sueño o debería llegar
Silencio casi total
Los sentidos bostezan uno a uno
Solo el oído insiste en su alerta
Llegan melodías desordenadas
mi respiración, el latido de un reloj
Un mosquito que dan ganas de tomarlo del cuello
-Si vas a picar pica y déjate de amenazar-
Una canilla llora lágrima por lágrima la sed de muchos
Y el oído comienza su viaje.
Baja las escaleras para encontrarse con una mujer de piernas torneadas
que imagina con tacones rojos.
Una sirena grita abriéndose paso en la calle desierta
Un asalto, un sobresalto, un infarto
La gata Flora le canta a la luna
Una mujer llora desde una ventana, la violencia del hombre que ama
Chocan la penúltima copa en bar con sillas patas arriba
dos soledades, dos edades , dos soles sin luz
Después de la cuarta o quinta vuelta entre las sabanas
Llega el sueño o debería llegar
Silencio casi total
Un teclado lejano escribe, se detiene, piensa, sigue
el oído imagina un poema, una conquista virtual, un epitafio
La respiración entrecortada que se escapa entre los postigos
despierta la duda entre si es amor o asma
El taxista se siente LIBRE en su búsqueda de pasajeros
mientas siembra regeton y salsa por las calles del centro.
Suena un despertador que quiero imaginar muy lejano
Se fue la noche entre sonidos ajenos y el sueño no llego
Y estoy despierto